¡Qué alegría veros aquí!

Bienvenidos al blog del libro de Marta. En este espacio queremos informaros de todo lo que gira alrededor de este libro tan especial para nosotros. Para que podáis vivirlo tan de cerca como nosotros. También para resolver las dudas que os hayan surgido acerca de él.

Ante todo queremos agradecer la colaboración de todas las personas que lo han hecho posible, compartiendo sus cartas y, con ellas, parte de su intimidad.


¡Una especial despedida para Marga Burón!

El pasado 12 del junio de 2007 perdió la vida en un accidente de tráfico en Etiopía, Marga Burón, una compañera de Marta de Forestales, de viajes y gran amiga. Se encontraba en este país realizando un proyecto de cooperación para la Universidad Politécnica de Madrid.
Su pérdida nos vuelve a dejar paralizados. Otra vez la muerte se lleva a una chica joven, con toda la vida por delante y miles de proyectos que realizar y sueños que cumplir. Desde aquí nos solidarizamos con su familia y amigos en estos momentos tan difíciles para ellos. Un beso enorme para Marga donde quiera que esté, que seguro que es con Marta.

7 comentarios:

Marga dijo...

Tengo muy presente a Marga Burón desde que la conocí a través de Marta. Todavía no he podido asimilar una pérdida tan valiosa como la suya. El mundo sin ti vuelve a empequeñecerse un poco más, Marga. Te echaré mucho de menos.

Marga Castillo.

fernando dijo...

Que difícil es asimilar la realidad cuando se rige por unas reglas tan aleatorias e injustas. Hace muy poco la pequeña Marga plantaba con mucho cariño y esmero un haya en memoria de su querida amiga Marta para intentar limar el dolor de su pérdida. Ahora un zarpazo brutal e incompresible se la ha llevado a ella también y nos vuelve a dejar a todos paralizados e impotentes... Os mando un abrazo infinito a todos los que la queríais y la echareis de menos.
Fer

Francisco Javier dijo...

Quiero mandar un mensaje de afecto y de apoyo a los familiares de Marga B.
Leyendo ahora a Marta, me vienen a la mente recuerdos imborrables de una época maravillosa de nuestras vidas, la Escuela, el club de Montaña, las jornadas de escalada en Patones, el curso de alpinismo en el circo de Gredos...; desgraciadamente el tiempo fue pasando y el contacto se perdió. "Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla" nos ha reencontrado; y espero y deseo que me reencuentre también con Adri, Olga, Isra, Clara, Esteban...; !chicos! ¿os hace un viajecito al campo?...

Gracias a todos los que habéis hecho posible este libro.

FJMM

Anónimo dijo...

Mi recuerdo para Marga, no la conocía sin embargo la recordaré a través de las palabras de Marta. Y es que cada una de las personas que aparecen en el libro se han convertido un poco en nuestros amigos, nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros novios....
Las personas que se van viven en los recuerdos de los que quedan y Marta y Marga viven en el recuerdo de muchas personas que a través de un libro maravilloso han sido parte de nuestra vida

Anónimo dijo...

Estoy leyendo el libro de Marta, soy hermana de Marga Burón, y creo que el libro es un estupendo homenaje a alguien tan especial como Marta. Yo no la conocía personalmente, pero sabía de ella por mi hermana. Fue muy especial para ella, como Marga lo ha sido para nosotros y para mucha gente. La echamos mucho de menos. Maria se como te sientes, nosotros le hemos creado un espacio: http://makiburon.spaces.live.com, para que quien quiera dejarle un recuerdo lo haga. Estoy seguro que Marta y Marga estarán escalando nuevas cumbres juntas.

Cristina Burón

Anónimo dijo...

Se me ha parado el corazón cuando he leido que una de las queridas amigas de Marta ha fallecido recientemente.

Como dice Rocio, leyendo el libro de Marta, sientes que la conoces, que la has tratado personalmente al igual que a sus amigos, novios, su querida familia, sientes por todos ellos un cariño tan especial.

Siento profundamente lo de Marga. Estoy segura Marta y ella se lo están pasando en grande juntas, hechando unas buenas risas.

Ana

Anónimo dijo...

Conocí algo a ambas amigas por otra amiga común, Clara, desde la escuela de forestales, en Madrid y en Lérida.

Resulta muy triste enterarme de todo esto. Se me presentan ahora los recuerdos de las ocasiones que traté con ellas, y te das cuenta de golpe de lo importante que es cada charla, cada risa, cada palabra... que compartes con una persona, por mínima que sea -algo inmensamente valioso, aunque seamos tan inconscientes de ello- porque luego pasa esto.

Saludos a los familiares y amigos de Marta y Marga.

* Esta foto...

...es de un sitio maravilloso entre los acantilados del mar Cantábrico y las montañas de Asturias, que tanto quería Marta. Pintamos tres piedras con los colores rojo, azul y amarillo, y las dejamos allí la mañana en la que esparcimos sus cenizas.

La idea del libro

La idea del libro, indirectamente, fue de Marta. Ella comenzó a dictar, en el hospital, lo que iba a ser una novela más o menos autobiografica. Solo le dio tiempo a dictar el principio a su madre, y el final, a su novio. El resto lo dejó incompleto... o eso pensamos al principio, hasta que después de que surgiera la idea de juntar sus cartas, emails y sus diarios nos diéramos cuenta que ya había narrado poco a poco, la totalidad de su vida. Al principio sólo queríamos editar unos cuantos ejemplares para la familia y amigos, para poder conservar su memoria y así recordarla en toda su esencia. Lo que en ningún momento se nos pasó por la cabeza fue que nos íbamos a encontrar un libro que teníamos que compartir. Y éste es el resultado.

El porqué del título del libro

“Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla” es la frase con la que Marta había pensado terminar un relato sobre su vida. Estas palabras tienen sentido a través de una anécdota que su amiga Jara nos contó algún tiempo después de que Marta nos dejara. En unas vacaciones que compartieron en la playa de Lagos (Bueu), se divertían observando las figuras que las piedrecillas de colores formaban al adherirse a su piel. Para Marta esto era una metáfora de cuánto nos puede hacer disfrutar algo tan sencillo, que como tantas otras cosas en la vida, pasan fácilmente inadvertidas. Esto es lo que, en definitiva, intenta transmitir el libro: una oda a las pequeñas cosas.

(la foto es de las sandalias de Marta en la playa de Lagos)

Las palabras de:

JOSÉ SARAMAGO

Estas páginas son un retrato moral. Publicarlas es el mejor homenaje que se le puede rendir a ese ser humano realmente excepcional, realmente extraordinario, que se llama Marta Pérez Martín. A alguien que ha callado para siempre, este libro le ha restituido la voz, y no solo la voz, también una otra forma de presencia, una memoria activa, casi una respiración. La mujer que escribió estas cartas no era una persona común. No llegué a conocerla en vida, la conozco ahora. Sé que volveré a leer lo que Marta escribió durante su enfermedad: pocas son las veces que nos encontramos ante un ejemplo tan cabal de valentía y de dignidad.

JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Marta vivió con prisa para vivir mucho y ardió en una llama que sigue iluminándonos. Entre miedos y audacias avanzó sonriendo imperturbable, conquistando altas cumbres y afectos verdaderos. Siguió sonriendo mientras el dios de sus amadas montañas se la llevaba más allá de las cumbres.

ANDRÉS TRAPIELLO

Decía Cervantes: “lo que se sabe sentir, se sabe decir”, y sentido y vivido está este libro como pocos. Todo su misterio es la naturalidad con que está escrito. Su naturalidad y su fe en la vida. O sea, su hondísima alegría.

ALFREDO CONDE

Ayer por la noche comencé a leer el Diario de Marta y conmocionado por su lectura dormí soñando con él. El texto descubre a un ser humano excepcional. Por los valores que transmite, entre ellos el literario, debéis editarlo, debéis editarlo para más gente que para vosotros.