¡Qué alegría veros aquí!

Bienvenidos al blog del libro de Marta. En este espacio queremos informaros de todo lo que gira alrededor de este libro tan especial para nosotros. Para que podáis vivirlo tan de cerca como nosotros. También para resolver las dudas que os hayan surgido acerca de él.

Ante todo queremos agradecer la colaboración de todas las personas que lo han hecho posible, compartiendo sus cartas y, con ellas, parte de su intimidad.


Libro en formato digital GRATUITO

Tenemos buenas noticias: Ya tenemos el libro disponible en formato digital, para todos los dispositivos. Y es totalmente GRATUITO!!!. 
http://www.bubok.es/libros/238804/Una-piedra-roja-una-piedra-azul-una-piedra-amarilla

La pista del libro

Hace mucho que no sabemos si seguís encontrando el libro en librerías o si ha caído en vuestras manos recomendado por alguien, prestado, regalado o como sea. Nos gustaría mucho que nos contarais la historia de como lo descubristeis. Sobre todo la gente que lo ha encontrado recientemente.


Muchas gracias a todos

Derechos de autor

Hemos donado ya los derechos de autor que generó la edición del libro de Marta a tres ONG:La Asociación Española de lucha contra el cáncer, Ayuda en Acción y Greenpeace . La razón de haber elegido la primera es evidente. En el caso de Ayuda en Acción, es una ong que a Marta le gustaba mucho porque trabaja en Latinoamerica, adonde ella viajó mucho y se conmovió con la pobreza. Por último, Greenpeace, porque fue la primera a la que se unió cuando tenía 15 años.

Muchas gracias ya que gracias a vosotros estas donaciones han sido posibles. Un abrazo a todos y Felices Fiestas.



Arcoiris

En la tarde de anteayer viajaba solo en el coche, camino de Asturias y poco después de pasar por Reinosa miraba a mi derecha el asiento vacío recordando el último viaje que hice con Marta cuando juntos iniciamos los trabajos que ahora iba a presentar en Llanes y que tanto me ha costado acabar sin su presencia y participación. Esta vez no iba por la antigua carretera que serpentea el Besaya sino por la nueva autopista de cuelga de la montaña. Estaban nevados los bordes de la carretera y lloviznaba entre jirones de niebla. Había luz a mis espaldas pero en el fondo del valle reinaba la oscuridad. La repentina aparición del arcoiris, que surgía desde los prados de la hondonada del valle y llegaba hasta el hayedo nevado de la montaña, me distrajo momentáneamente de los recuerdos que me acompañaban. Aquel no era un arcoiris cualquiera, era un arcoiris inmediato, refulgente y persistente, que viajaba delante de mi dibujando una diana multicolor a la que no lograba dar alcance. La calzada no estaba para distracciones, no había arcenes donde detenerse y volvió a mi el recuerdo de Marta. Y al igual que esas veces que estás pensando en una persona y al instante recibes una llamada suya o al poco te la encuentras por la calle y le dices: precisamente iba pensando en ti, por esa misma asociación de ideas pensé, o sentí, o las dos cosas a la vez, que el arcoiris era Marta, es decir que Marta era la luz que daba forma y color al arcoiris para hacerse presente ante mi vista al reclamo de mi recuerdo. Esa era la única razón por la que me precedió y acompañó durante kilómetros y kilómetros hasta que la entrada en el primer túnel le hizo desaparecer de mi vista. Y entonces pensando en las diminutas gotas de agua que en contacto con la luz se transforman una en roja, otra en azul y otra en amarilla me acordé de la última frase que escribió Marta en su vida:
“He soñado con mi Asturias infinitas veces para redimirme. Mis pies deben tener memoria de cada grano de arena y cada piedra. Pero yo no recordaba. La mirada de Cora no se cansaba de pedirme salir, pero, sobre todo, que yo disfrutara con ella. Hay tantas cosas, grandes y pequeñas, que es una lástima tener que sufrir para poder mirarlas. Dicen que todo tiene un precio, y yo creo que eso no es cierto, se trata de querer cosas sencillas, amables, livianas, para que te dé tiempo de mirarlas, una a una.”

Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla.

A estas horas de la mañana, hace treinta y cinco años, acababa de nacer Marta en la clínica El Nuevo Parque de Madrid.
Dondequiera que esté, en los granos de arena de una playa o en las gotas de agua del arcoiris. ¡Muchas felicidades!

El libro en Facebook!!!

Hemos creado un grupo de seguidores del libro en Facebook. ¿quieres unirte?

Un año ya

Este mes se cumple el primer aniversario del libro de Marta: Ya casi doscientas personas han querido mostrar sus sentimientos hacia ella en este blog y hacernos partícipes de su experiencia con el libro, y compartir sus palabras y sus vivencias, que nos han hecho crecer a quienes la conocimos antes o después. Muchos lectores cuentan en otros blogs, asociaciones, webs y foros de estudiantes, literatura, música y hasta ¡¡foros de buceo!! lo mucho que ha significado y significa Marta en sus vidas... Reseñas en bibliotecas, librerías, además de comentarios que siguen apareciendo en otros blogs que hacen referencia al libro. Ojalá conociéramos a todos y cada uno de ellos, aquí intentaremos teneros presentes a todos: Cristina Divina, Pérez Andrés, Juan, Debohemia, Diana Hue, Adriano y otros que refieren a Marta en el blog de Juan Luis Recio...
Gracias por compartirla.

¡¡Hemos llegado a los 160 comentarios!!

Estamos muy alagados y agradecidos de la acogida que esta teniendo el Libro de Marta, pese a que ya casi no esta en las librerías y es más difícil conseguirlo seguís descubriéndolo y recomendándolo. Nos reconforta leeros y ver que sigue vivo el blog, el libro y más importante el mensaje de Marta. Que la seguís descubriendo y la hacéis parte de vosotros, la hacéis vuestra... infinitas Martas (como decía ella). Cada comentario que escribís significa muchísimo para nosotros. Millones de gracias.

Otoño

El tiempo pasa muy rápido, ha llegado el otoño y Marta nos sigue acompañando a todos los que antes o después entramos en su vida. Por la propia naturaleza del blog, lo actualizamos con escasa frecuencia, pero no por ello estamos menos pendientes de él y de vuestras aportaciones que hace unos meses. Por eso, a poco que escarbamos en internet descubrimos a nuevas otras personas en las que Marta sigue dejando su huella gracias al libro y queremos dejar constancia de ellas. Linkara, Rosa Marrero, Acróbatas, Amigos de Serralbo, Francisco Pérez Andrés y Alevín -este último recomienda la lectura del libro en un foro-, nos reconfortan y confirman que Marta vino al mundo para hacerlo mejor. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.

Entre nosotros

Esta foto está tomada en la estación de Santa Justa, en Sevilla, hace sólo una semana. Es reconfortante encontrarse a Marta en tantos lugares -aquí entre Carol Wojtyla y Henning Mankell, entre gente tan distinta, como a ella le gustaba-. Comprobamos que podemos compartir su historia, que sigue llegando a los corazones de las personas. Vemos el libro y nos parece increíble. Gracias a todos vosotros, que también habéis vencido vuestras propias dudas, habéis abierto el libro, habéis intuido que en estas páginas había algo grande que descubrir y habéis querido compartirlo con nosotros. Feliz verano.

Marta en internet

¡Hola de nuevo!

Además de las personas que hemos conocido a través de sus comentarios en el blog, hemos encontrado a otras muchas que se han hecho eco de este libro tan importante para nosotros.
Fernando Pamos, Juan Luis Recio, Fernando Martín Aduriz, Manuela, raparigha, Alfa y Omega, Gurrión, José Carlos, Eva Orúe, Maia, Salvador Ramos y Paquebote son personas a quienes Marta ha llegado tan hondo como a nosotros y gracias a ellas sigue viva, en cierta manera. Nos alegramos mucho de que el libro sea parte de vuestras vidas, y de que podáis mirar el mundo a través de sus ojos. Un abrazo desde aquí para todos.

* Esta foto...

...es de un sitio maravilloso entre los acantilados del mar Cantábrico y las montañas de Asturias, que tanto quería Marta. Pintamos tres piedras con los colores rojo, azul y amarillo, y las dejamos allí la mañana en la que esparcimos sus cenizas.

La idea del libro

La idea del libro, indirectamente, fue de Marta. Ella comenzó a dictar, en el hospital, lo que iba a ser una novela más o menos autobiografica. Solo le dio tiempo a dictar el principio a su madre, y el final, a su novio. El resto lo dejó incompleto... o eso pensamos al principio, hasta que después de que surgiera la idea de juntar sus cartas, emails y sus diarios nos diéramos cuenta que ya había narrado poco a poco, la totalidad de su vida. Al principio sólo queríamos editar unos cuantos ejemplares para la familia y amigos, para poder conservar su memoria y así recordarla en toda su esencia. Lo que en ningún momento se nos pasó por la cabeza fue que nos íbamos a encontrar un libro que teníamos que compartir. Y éste es el resultado.

El porqué del título del libro

“Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla” es la frase con la que Marta había pensado terminar un relato sobre su vida. Estas palabras tienen sentido a través de una anécdota que su amiga Jara nos contó algún tiempo después de que Marta nos dejara. En unas vacaciones que compartieron en la playa de Lagos (Bueu), se divertían observando las figuras que las piedrecillas de colores formaban al adherirse a su piel. Para Marta esto era una metáfora de cuánto nos puede hacer disfrutar algo tan sencillo, que como tantas otras cosas en la vida, pasan fácilmente inadvertidas. Esto es lo que, en definitiva, intenta transmitir el libro: una oda a las pequeñas cosas.

(la foto es de las sandalias de Marta en la playa de Lagos)

Las palabras de:

JOSÉ SARAMAGO

Estas páginas son un retrato moral. Publicarlas es el mejor homenaje que se le puede rendir a ese ser humano realmente excepcional, realmente extraordinario, que se llama Marta Pérez Martín. A alguien que ha callado para siempre, este libro le ha restituido la voz, y no solo la voz, también una otra forma de presencia, una memoria activa, casi una respiración. La mujer que escribió estas cartas no era una persona común. No llegué a conocerla en vida, la conozco ahora. Sé que volveré a leer lo que Marta escribió durante su enfermedad: pocas son las veces que nos encontramos ante un ejemplo tan cabal de valentía y de dignidad.

JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Marta vivió con prisa para vivir mucho y ardió en una llama que sigue iluminándonos. Entre miedos y audacias avanzó sonriendo imperturbable, conquistando altas cumbres y afectos verdaderos. Siguió sonriendo mientras el dios de sus amadas montañas se la llevaba más allá de las cumbres.

ANDRÉS TRAPIELLO

Decía Cervantes: “lo que se sabe sentir, se sabe decir”, y sentido y vivido está este libro como pocos. Todo su misterio es la naturalidad con que está escrito. Su naturalidad y su fe en la vida. O sea, su hondísima alegría.

ALFREDO CONDE

Ayer por la noche comencé a leer el Diario de Marta y conmocionado por su lectura dormí soñando con él. El texto descubre a un ser humano excepcional. Por los valores que transmite, entre ellos el literario, debéis editarlo, debéis editarlo para más gente que para vosotros.